Las autoridades del Estado de California han demandado a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, por desplegar a la Guardia Nacional en las protestas contras las redadas a inmigrantes en Los Ángeles. El mandatario ha defendido que había sido “una gran decisión” y ha asegurado que “de no haberlo hecho” la ciudad “habría quedado completamente destruida”. Si por él fuera, “arrestaría” al gobernador de California, Gavin Newsom, al que ha calificado de “incompetente” por su gestión de los disturbios.
El jefe de policía denuncia que la violencia es repugnante pero distingue entre el grupo de vándalos que quema coches y los manifestantes pacíficos. Todo empezó para protestar contra las redadas del gobierno en busca de migrantes sin papeles. Cerca de la mitad de los ciudadanos de Los Ángeles son hispanos y aquí muchos son hijos de migrantes, asustados porque a sus padres puedan ir a arrestarlos al trabajo.